Rusia realiza un "golpe de retribución" en respuesta al atentado de Briansk organizado desde Ucrania

"En respuesta al atentado terrorista organizado por el régimen de Kiev en la región de Briansk el 2 de marzo, las Fuerzas Armadas rusas llevaron a cabo un ataque masivo de represalia. Armas de alta precisión de largo alcance lanzadas por aire, mar y tierra, incluido el sistema de misiles hipersónicos Kinzhal, alcanzaron elementos clave de la infraestructura militar de Ucrania, empresas de defensa y complejos industriales, así como las instalaciones energéticas que los apoyan", comunicaron desde el Ministerio.

Subrayaron que "el objetivo del ataque se logró y todas las instalaciones fijadas [como objetivo] fueron alcanzadas".
Desde el organismo castrense especificaron que el ataque destruyó las ubicaciones de los drones ucranianos, interrumpió la transferencia de reservas y el transporte ferroviario de armas extranjeras, así como las instalaciones de producción para la reparación de equipos militares y la producción de municiones.

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El 2 de marzo, el gobernador de la región de Briansk, Alexander Bogomaz, informó que un grupo de saboteadores ucranianos se infiltró en la frontera, bombardearon un vehículo en movimiento y, con ello, asesinaron a dos personas e hirieron a un menor de 10 años y a una mujer adulta. Más tarde, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) precisó que los nacionalistas ucranianos habían sido devueltos a su país, donde fueron atacados por un golpe masivo de artillería.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó de atentado terrorista el ataque de los combatientes ucranianos infiltrados en la región.

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Numerosos países condenaron la operación militar especial que Rusia lleva a cabo desde el 24 de febrero de 2022 y apoyan a Kiev con suministros de armas, donaciones, ayuda humanitaria y sanciones contra Moscú. Moscú envió notas de protesta a todos los países que suministran armas al país vecino. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que cualquier cargamento con armas para Kiev se convertirá en un blanco legítimo para las Fuerzas Armadas rusas.