En octubre de 1983, miembros de la Organización de Estados del Caribe Oriental en conjunto con EE.UU., desataron una guerra en la región. El presidente estadounidense Reagan dio inicio a la 'Operación Furia', invadiendo a Grenada para derrocar al gobierno por alinearse políticamente con Cuba y la Unión Soviética.

La Administración Reagan calificó el golpe de Estado como una gran victoria, que marcaba el primer "retroceso" en la influencia comunista desde el comienzo de la Guerra Fría.