Trump advirtió sobre la dependencia alemana del petróleo ruso. ¿Quién se ríe ahora?

En septiembre de 2018, el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo en una conferencia de la ONU que Rusia se engancharía a Alemania si no cambiaba su política energética.

Luego, sus duras palabras fueron abiertamente objeto de burlas, mientras los medios de comunicación se burlaban de él y decían que su discurso solo era engañoso.

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Sin embargo, casi 4 años después, el 25 de agosto, Berlín reveló una serie de medidas destinadas a reducir el consumo de gas en la próxima temporada de calefacción. Las medidas incluyen bajar las temperaturas de calefacción en oficinas y edificios públicos, apagar la publicidad exterior, las escaleras mecánicas en los centros comerciales y la iluminación en escaparates y monumentos, además de instar a los dueños de las tiendas a no mantener las puertas abiertas demasiado tiempo para preservar el calor.

Al mismo tiempo, la inflación en Alemania volvió a su nivel más alto en casi 50 años, alcanzando el 7,9% en agosto. Esta cifra se alcanzó por primera vez en mayo, antes de retroceder al 7,5% en julio.

Obviamente, Trump tenía razón en ese entonces.